Por: Mario Andrés Márquez B.
Hace un par de días, tras visitar una librería y adquirir algunos impresos, recordé momentos que en mi niñez me hicieron enamorarme de la educación, disfrutar el estar en las clases atento a lo que mis profesores me mostrarían, y todo gracias a un simple pero poderoso aroma: ¡un libro nuevo recién abierto!