Por: Carolina Mosqueda Castillo
Durante el Programa de Formación del Maestro Líder Coach tuve la oportunidad de participar en una etapa de trabajo voluntario que me brindó la posibilidad de continuar la formación de manera ampliada, esto me llevó a asistir al taller de innovación en el cual se detonaron en mí muchas ideas para la mejora de la educación.
[dropcap background=»transparent» color=»#e71c34″ circle=»0″ size=»2″]P[/dropcap]ara el mes de marzo se declaró el cierre de las escuelas por la pandemia de COVID 19 en el país, esto nos modificó en todos los sentidos la educación que se impartía en las aulas, y las formas de enseñanza que los maestros de manera habitual utilizaban ya no aplicaban, así que, se detono en mí ir a la búsqueda de nuevas metodologías de enseñanza, la motivación me llevó a visualizar alternativas para que los docentes realizaran la enseñanza desde un nuevo paradigma.
Revisando las tendencias que se presentaban por la crisis sanitaria, pude alinear mi búsqueda a los postulados de Francesco Tonucci quien estableció en su conferencia “La infancia y el COVID- 19” que “Crisis: implica cosas para cambiar” exponiendo así por la oportunidad que se tiene de que la escuela se renueve… “La escuela no ha cambiado en casa… se sigue con clases, con tareas… a los niños no les gustan las tareas… les cuesta trabajo seguir clases frente a una pantalla… Propongo tareas: lavar, planchar, cocinar, mirar fotos, leer con los adultos en voz alta… me gustaría que la escuela deje estas tareas… que los padres ayuden… Tener una escuela de la vida real de los niños.” …No son adecuadas las tareas que se dan para expresarse, pero si se discute sobre ¿Cómo han vivido esta etapa? Se dan aprendizajes transversales….
Todas las aportaciones que establece nos llevan a revisar si esto está sucediendo con nuestros alumnos, si los maestros continúan su trabajo como si estuvieran nuestros niños en las aulas y de ser así tendríamos que preguntarnos ¿Qué hacer entonces para que nuestra escuela mexicana se renueve? ¿Cómo podemos cambiar el trabajo de los docentes para que nuestros alumnos en verdad aprendan desde casa?
Y así inicio el diseño de lo que denominé
“Educación Híbrida para la Mejora de los Aprendizajes”,
Primeramente se hizo necesaria la conceptualización de Educación a distancia que en palabras de la Dra. Laura Frade es un proceso de educación formal en el que a partir de un conjunto de metas, procesos y resultados que forman parte de un Curriculum previamente establecido, se imparte una dinámica educativa de manera no presencial por parte del educador que utiliza instrumentos y herramientas que la posibiliten… Puede o no incluir clases por internet, televisión, radio, etc… no se reduce al uso de la tecnología (TIC) que es más profunda y mucho más amplia que eso.
Tomando como base a Tonucci y Frade establecí el objetivo de promover la mejora de la educación mediante la implementación de un sistema híbrido de enseñanza escolar; esto es, que la escuela brinde a los alumnos clases presenciales durante dos días a la semana, 2 días más que se realice trabajo en casa en continuidad a los contenidos presenciales y un día para la atención personalizada de los alumnos con mayores necesidades de aprendizaje.
El planteamiento resulta sencillo pero las implicaciones son extensas si las observamos desde el cambio de paradigmas de los docentes y los métodos de enseñanza para el aprendizaje a distancia, ya que este no tiene antecedente en nuestro país dentro de la educación básica.
Para poder alcanzar esto, se establece como necesario que la escuela trabaje en varios apartados:
- Asumir la autonomía de gestión y establecer la organización necesaria para el trabajo escolar híbrido.
- Capacitar al personal directivo y docente sobre el uso de metodologías de trabajo a distancia y conocimiento de TIC para el trabajo educativo.
- Generar un sistema de comunicación permanente con los padres de familia sobre el trabajo en casa de los alumnos.
- Establecer una interacción continua entre los integrantes de la comunidad educativa para coadyuvar en los aprendizajes de los alumnos.
Si pudiéramos iniciar ya con proyectos de capacitación permanente con los docentes y directivos para el trabajo con metodologías de enseñanza a distancia, quizá en un par de ciclos escolares se instalaría el sistema híbrido educativo de manera regular, el cual daría un gran respiro en la atención de grupos numerosos con espacios reducidos; pero el compromiso de la comunidad escolar tendría que estar patente para conseguir cambiar las estructuras organizativas y académicas que mantienen a las escuelas en la posición actual.